El Instituto de Investigación Sanitaria Marqués de Valdecilla (IDIVAL) refuerza su compromiso con la innovación en salud a través del programa DTEC-VAL, que en su última edición ha destinado 17.000€ a un proyecto liderado por la doctora Mónica López Fanarraga, catedrática del Departamento de Biología Molecular e investigadora de IDIVAL. El objetivo es avanzar en el desarrollo de un nuevo sistema de transferencia génica basado en nanopartículas de sílice biocompatibles, una tecnología con potencial para transformar el acceso a las terapias avanzadas contra el cáncer.
El programa DTEC-VAL, con un presupuesto global de 30.000€, busca apoyar iniciativas en fases de maduración tecnológica que puedan tener un impacto directo en la práctica clínica, impulsando la colaboración entre hospitales, universidades y empresas. Sus líneas abarcan la biomedicina, la biotecnología, la electromedicina y la tecnología farmacéutica, entre otras áreas clave.
El reto de las terapias CAR-T
Las terapias CAR-T han supuesto un gran avance en oncología al ofrecer una alternativa eficaz para determinados cánceres hematológicos. Estas terapias se basan en modificar los linfocitos T de un paciente para que reconozcan y ataquen células tumorales. Sin embargo, la producción actual mediante vectores virales es costosa, poco fiable y poco accesible, lo que limita su aplicación. Por otro lado, las alternativas no virales aún presentan problemas de eficiencia y estandarización.
El equipo de la doctora López Fanarraga propone un sistema innovador de transferencia génica con nanopartículas de sílice, protegido por la patente ES2934282A1. Estas partículas presentan ventajas destacadas:
• Alta estabilidad y protección del ADN frente a la degradación.
• Producción sencilla y escalable y reproducible.
• Versatilidad para encapsular, proteger y transfectar genes de distintos tamaños.
• Potencial de direccionamiento dirigido mediante ligandos.
Gracias a estas propiedades, el sistema podría abaratar y simplificar la producción de células CAR-T y, en el futuro, aplicarse directamente en pacientes, eliminando parte de las complejas manipulaciones ex vivo en laboratorio.
Impacto esperado
Este avance tendría un efecto directo en la accesibilidad y seguridad de las terapias génicas, al reducir costes, minimizar riesgos asociados a los vectores virales y abrir la puerta a nuevas aplicaciones más allá del cáncer, como enfermedades autoinmunes, raras o neurológicas.
Además, el desarrollo del proyecto representa una oportunidad estratégica para Cantabria, al dotar a la región de capacidades tecnológicas propias en un área clave para la medicina personalizada. Para IDIVAL, supone reforzar su posición como referente nacional en nanotecnología aplicada a la biomedicina, y consolidar su modelo de investigación traslacional, orientada a generar soluciones reales para los pacientes y el sistema sanitario.