El Gobierno de Cantabria ha aprobado la concesión del premio Beato a la Cohesión Internacional a la investigadora Elena García Armada, responsable del primer exoesqueleto infantil y el Premio Beato de Liébana 2021 del Entendimiento y la Convivencia a la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín.
La entrega de los premios Beato de Liébana 2021 se llevará a cabo el sábado 17 de julio en el Centro de Estudios Lebaniegos de Potes.
El Instituto IDIVAL presentó la candidatura de la Dra. Elena García Armada investigadora del Centro de Automática y Robótica (CAR) del CSIC, que ha liderado el desarrollo del primer exoesqueleto pediátrico diseñado para ayudar a caminar a niños con graves problemas de movilidad.
Elena García Armada será condecorada por su contribución al desarrollo de la cultura, el pensamiento, la investigación y la conservación del patrimonio desde una perspectiva de defensa y promoción de los valores cívicos y humanitarios. En concreto, el Gobierno ha valorado su trayectoria y su contribución a la innovación, a través una dilata carretera en la que siempre se ha mostrado como una firme defensora de los valores humanitarios y la mejora de la calidad de vida.
Elena García Armada (Valladolid, 1971) es una ingeniera industrial española que lidera el grupo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que ha desarrollado el primer exoesqueleto biónico del mundo para niños con atrofia muscular espinal, enfermedad degenerativa que afecta a cerca de 2.000 menores en España. Es reconocida a nivel mundial.
Doctora en Robótica en 2009 por la Universidad Politécnica de Madrid y científica titular en el Centro de Automática y Robótica (CAR) CSIC-UPM, creció en un entorno científico.
Comenzó su trayectoria profesional especializándose en el diseño de robots orientados a la industria, hasta que en 2009 conoció a Daniela, una niña que a raíz de un accidente de tráfico quedó en un estado severo de tetraplejia. A partir de ese momento su trabajo se centró en fabricar dispositivos orientados a mejorar las facultades físicas, contribuir a la rehabilitación y aumentar la movilidad de niños que sufren enfermedades neuromusculares degenerativas.
Sus principales líneas de investigación abarcan la mejora en la agilidad de la locomoción en cuadrúpedos; la creación de exoesqueletos de extremidades inferiores y ortesis activas; la estabilidad dinámica en robots caminantes y su adaptación a terrenos complejos con perturbaciones ambientales.
Es además fundadora de Marsi Bionics, empresa derivada del CSIC y la UPM, cuyo objetivo es la investigación y creación de exoesqueletos pediátricos, estructuras basadas en soportes que se ajustan a las piernas y al tronco del niño, y que al incorporar motores que imitan el funcionamiento del músculo, le aportan fuerza para caminar y mantenerse en pie.
Uno de sus primeros proyectos fue SILO 4, un robot de 30 kilogramos donde se testó el algoritmo de mejora de control y estabilidad de la máquina y que permitía una mayor autonomía por parte del robot, prescindiendo así de supervisión humana.
Al mejorar la adaptabilidad del robot al terreno (adaptando las patas según percibe perturbaciones y alteraciones) aumenta su equilibrio e impide que vuelque, lo que es fundamental para tareas de arrastre o transporte de cargas. SILO 4 está pensado para su uso en labores de reconocimiento y rescate en catástrofes y para labores de desminado.
En el campo de la creación de exoesqueletos pediátricos, el proyecto más destacado y premiado ha sido ATLAS 2020, un exoesqueleto de 9 kilogramos de peso capaz de controlar la rigidez mientras permite un movimiento más ágil y articulado mediante sus diferentes sensores de fuerza, presión y temperatura.
Está dotado de articulaciones inteligentes que interpretan los movimientos del paciente detectando cuáles son deseados y cuáles indeseados, algo fundamental ya que en muchos casos existen movimientos espasmódicos que, mal interpretados, conllevan serios riesgos de seguridad al paciente.
En mayo de 2021 obtuvo el marcado CE de la Agencia Europea del Medicamento y el Producto Sanitario, por lo cual puede comercializarse internacionalmente y beneficiar a 17 millones de niños con problemas neurodegenerativos.
Premio Beato 2020
En la pasada edición, el Premio Beato de Liébana se otorgó al personal de los centros sanitarios y residenciales para personas mayores y con discapacidad de Cantabria en agradecimiento a su trabajo durante la crisis sanitaria desatada por el COVID-19.