https://www.idival.org/wp-content/uploads/2022/05/cab-presentacion.jpg

El grupo de Ingeniería Fotónica (UC-IDIVAL) desarrollará una plataforma tecnológica centrada en el envejecimiento saludable

La iniciativa está formada por el consorcio entre IDIVAL, el Grupo Ámbar y la UC

​​​El director científico del Instituto de Investigación Sanitaria Marqués de Valdecilla (IDIVAL), Marcos López-Hoyos; el rector de la Universidad de Cantabria (UC), Ángel Pazos; y el presidente del Grupo Ámbar, Pablo Gómez, presentaron ayer, junto al investigador y catedrático en Ingeniería Fotónica, José Miguel López-Higuera; y el director de Ámbar Telecomunicaciones, Roberto García, el proyecto MIES, una plataforma para el seguimiento y mejora de funciones cognitivas de personas mayores.

Se trata de una iniciativa en la que se trabajará los próximos 36 meses con el fin de concepcionar y desarrollar una plataforma tecnológica no invasiva para supervisar y evaluar las funciones ejecutivas de las personas mayores alojadas en residencias geriátricas concretamente.

Financiada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y por la Unión Europea a través de los Fondos NextGeneration, la iniciativa fruto de la colaboración público-privada entre la UC, IDIVAL y el Grupo Ámbar, cuenta con un presupuesto de 1,94 millones de euros.

López-Hoyos ha señalado que “este proyecto tiene una transferencia enorme, sostenible para el sistema sanitario porque, si consigue los resultados esperados, obtendremos una plataforma no invasiva integrando datos para aplicarlos al sistema sanitario».

El rector ha recordado que se trata de una iniciativa “con interés general por ser un ejemplo de transferencia y de colaboración con el sector privado y con otros sectores públicos y con interés concreto por estar trabajando y desarrollando metodologías en un campo tan sensible como son la salud, la dependencia y el envejecimiento».

El investigador del Grupo de Ingeniería Fotónica (UC-IDIVAL) López-Higuera, ha explicado que este proyecto “permitirá disponer de medidas objetivas para evaluar la capacidad física y cognitiva de los pacientes, con las que permitir prolongar la autonomía de los mayores y facilitar un envejecimiento lo más saludable posible».

En este sentido, Pablo Gómez, ha explicado que, el resultado del trabajo de las tres instituciones consistirá una “nueva plataforma que mejorará la evaluación y la supervisión de diversas características relacionadas con el proceso de envejecimiento. En particular, los nuevos dispositivos de detección complementarán herramientas de gestión basadas en datos basados, a su vez, en inteligencia artificial. Esto va a permitir no solo medir aspectos relacionados con la salud de cada persona, sino también generar un gran volumen de información que permita avanzar en la medicina personalizada y en el envejecimiento saludable».

El proyecto prevé la contratación de 26 profesionales.

PRUEBA PILOTO EN LA RESIDENCIA SAN CÁNDIDO

MIES tiene entre sus propósitos, de esta forma, transformar los actuales modelos para el seguimiento y atención de las personas mayores y, con ese fin, la tercera fase de su desarrollo consistirá en la validación del planteamiento en la Residencia San Cándido de Santander.

La posibilidad de supervisar la rutina diaria de ancianos que viven en entornos controlados reducirá la necesidad de pruebas presenciales y permitirá ofrecer un servicio de más calidad con el mismo volumen de recursos. De hecho, según las estimaciones del proyecto, los costes de seguimiento actuales se podrían reducir en más de un 50%.

Además, desde una perspectiva social, las herramientas propuestas para la detección precoz y la mitigación de deficiencias físicas o cognitivas permitirán prolongar la autonomía de los residentes, mediante la previsión de una notable reducción del riesgo de caídas, la preservación durante más tiempo de funciones cognitivas y la contribución a mejorar tanto su salud ósea como sus funciones musculares.

Finalmente, desde el punto de vista científico, el desarrollo del proyecto tratará de mostrar que es posible utilizar herramientas tecnológicas para proporcionar información objetiva para la evaluación y estimulación de las funciones físicas y cognitivas utilizando actividades gamificadas, tal y como ha señalado José Miguel López-Higuera. La implementación de sensores en elementos como pulsadores, piezas para ensamblar o tarjetas de juego permitirá controlar al paciente en segundo plano y eliminar el sesgo introducido en escenarios clínicos. Así se podrán obtener mediciones objetivas sobre aspectos como la atención, la velocidad motora, la memoria visual o la fuerza.​

Así, se contribuirá al estado del arte del conocimiento, aportando un conjunto de herramientas que, una vez validadas por la comunidad científica internacional, podrían convertirse en estándar para la detección temprana de la fragilidad en diferentes niveles, así como del deterioro cognitivo.

GAMIFICACIÓN PARA LA EVALUACIÓN NO INVASIVA

La capacidad tanto de comunicar, como de gestionar, almacenar e interpretar los datos es un aspecto de importancia para el proyecto, puesto que se prevé crear interfaces que faciliten la integración de datos de distinta naturaleza y sean amigables para el personal sanitario.

La información se presentará al personal sanitario de manera cómoda y dentro de un sistema interoperable que ofrece los datos requeridos para la atención del paciente. En ese sentido, al reconocer los patrones que rigen en estos procesos asistenciales, se podría realizar una gestión más eficiente de los recursos.

EL RETO DEL ENVEJECIMIENTO

El proyecto MIES pretende convertirse, así, en una herramienta de referencia para gestionar el reto del envejecimiento de la población, una tendencia global. De hecho, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística indican que Cantabria es la cuarta región más envejecida de España, con 178 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Además, prácticamente el 8% (7,89%) de la población cántabra tiene 80 años o más.

 

Foto: De izquierda a derecha, Roberto García, director de Ámbar Telecomunicaciones; José Miguel López-Higuera, responsable del grupo de investigación de Ingeniería Fotónica (UC-IDIVAL); Ángel Pazos, rector de la UC; Pablo Gómez, presidente del Grupo Ámbar y Marcos López-Hoyos, director científico del IDIVAL.